miércoles, 10 de octubre de 2012

La Ranchera de Santa Fe


"La Ranchera de Santa Fe"
Letra y Música: Antonio Tarragó Ros.
Con: 
Juan Carlos Blagietto y Enrique Llopis.
       


La Ranchera

Opinan algunos folklorólogos que la ranchera es hija acriollada de la mazurca europea, que aquí tomo ciudadanía y se hizo baile de abrazo, despues de haberlo sido de enlace. En esto las opiniones son diversas, pero el ayer, para mí, es menos preocupante que el mañana. Tiene aun la rancherita rural un aliento de vida en nuestra sierra.

Yo les pido que reconsideren la posibilidad de ayudarme a no dejarla morir.


El Quebracho 

Como a ningún otro arbor, ser util le costó la vida al quebracho. Santiago, Santa Fe, el Chaco, vieron nacer y morir, en apenas un siglo, pueblos enteros al compas de las hachas. El quiebra hachas mató al hachero, porque fue desapareciendo.
Nobleza pura, crecía esbelto y corpulento en los extensos bosques secos de la llanura chaqueña, dominandola con la fuerza de su presencia extendida. Alzaba su copa a mas de 20 metros por sobre el matorral cerrado, una copa abierta, de hojas pequeñas pare defenderse del sol abrasador y de los calores de 47 grados. Decir quebracho es decir Chaco. No hay madera como la del quebracho colorado santiagueno: es la mas dura y pesada, no se pudre, da mas calor que ninguna cuando arde, y contiene mucho tanino, la sustancia que lo condenó.
Crece apenas un milímetro y medio por año en ancho, y no se puede trasplantar desde un vivero al campo: sus raíces poderosas se agarran a la sierra y no permiten que se lo saque.
Daba tanto y tan bueno, que lo declararon "Arbor Forestal Nacional", como si con eso le aseguraran la vida. Curiosa paradoja: estaban anunciando su muerte, porque nadie se ocupó de sembrarlo en el lugar donde lo talaron.
Cuando se silenciaron los obrajes, llegó el algodón, y cuando se terminó el algodón, las vacas y las cabras. Muy poco despues, el desierto. Lo que quedó inamovible fue la pobreza.
Los fantasmas de la expoliación aun rondan en los antiguos quebrachales. El nombre de La Forestal sigue doliendo en Santa Fe. Y el nombre del quebracho evoca un maleficio: nosotros
convertimos en miseria la abundancia y en mezquindad a lo pródigo.
Monte fuerte, madera, arbol puro... De nosotros depende que el maleficio se rompa, por la sombra del quebracho.






La Ranchera de Santa Fe

(Ranchera)

Letra y Música: Antonio Tarragó Ros

Van los colonos santafesinos,


Los de Pedroni, los de León,
Manos callosas bailando alegres
La rancherita de Santa Fe.
Allá en el norte del algarrobo,
del indio toba y el quebrachal,
Una cordiona lava la herida
Que nos dejara “La forestal” 



Hay que sembrar el quebrachal
Que asesinó “La forestal”
Con la ranchera en la pasión
Y Santa Fe en tu corazón.



El indio errante de Julio Migno
Que prende fuego tu corazón
Danza en la siesta del viento norte
Con la ranchera de Santa Fe.
Cuando talaron el monte virgen
creció el desierto sin compasión...
que ya no talen nuestros cantares
O habrá un desierto en mi corazón! 



Hay que sembrar el quebrachal
Que asesinó “La forestal”
Con la ranchera en la pasión
Y Santa Fe en tu corazón.



El trigo rubio es un milagro
Y hamaca el viento su mar de sol
Florece el lino como otro cielo
Con la ranchera de Santa Fe 
Entrerrianos y correntinos
Dieron chamarras y chamamé
Que al trotecito suelen bailarse
En Moises Ville de Santa Fe.



Hay que sembrar el quebrachal…

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